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Replantear la educación, la propuesta de Unesco

Por: Marcial Huneeus

El libro Replantear la educación (2015) se abre con la pregunta: ¿Qué educación necesitamos para el siglo XXI? En un mundo de constantes cambios, se plantea la necesidad de que también se produzca una transformación en el terreno de la Educación. Se presenta como eje central de la educación el desarrollo sostenible, de modo de contrarrestar un modelo que, si bien ha traído crecimiento económico, creación de riqueza y ha reducido los índices de pobreza, al mismo tiempo ha aumentado la desigualdad, la exclusión y ha contribuido al calentamiento global y el deterioro del medio ambiente.

De este modo, la sostenibilidad se plantea como “la acción responsable de los individuos y las sociedades con miras a un futuro mejor para todos, a nivel local y mundial, un futuro en el que el desarrollo socioeconómico responda a los imperativos de la justicia social y la gestión ambiental” (20). La educación, entonces, tiene la facultad de contribuir a un cambio de conciencia y de comportamientos. Para ello se destacan el aprendizaje a lo largo de la vida; la importancia de la adquisición del conocimiento, de capacidades prácticas y aptitudes para el trabajo en equipo; el desarrollo de la personalidad y la capacidad de actuar con autonomía y responsabilidad; aprender a vivir juntos y comprender y valorar a los otros; y la conformación de entornos de aprendizaje. Para estos llamados pilares de la Educación, cobra especial relevancia el desarrollo de capacidades blandas (empatía, autonomía, adaptación al cambio, creatividad, entre otras) y la experiencia social del aprendizaje, donde se aprende con y de los pares.

El trabajo de Fundación Patio Vivo entrega a las escuelas herramientas y estrategias pedagógicas para abordar los objetivos que describe la Unesco. Mediante la creación de Paisajes del aprendizaje generamos en las escuelas lugares de juego, convivencia y encuentro, para el aprendizaje formal, no formal e informal. Un paisaje del aprendizaje hace dialogar la mirada de la comunidad, con el espacio, el proyecto educativo y los rasgos culturales. Los proyectos generan diversas interacciones, como el juego libre, la conversación, el trabajo en equipo, el cuidado de los recursos, el acceso a áreas verdes y la posibilidad de realizar clases en el aula abierta y explorar nuevas estrategias pedagógicas.

A través del juego los niños descubren sus intereses, hacen amistades, desarrollan su motricidad fina y gruesa, colaboran grupalmente, toman decisiones y asumen riesgos y responsabilidades. Cuando nos involucramos desde el hacer, desde la experiencia, se producen aprendizaje que quedan en el cuerpo, en la memoria y nos acompañan a lo largo de la vida.

Descargar: Replantear la educación