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Diversidad en el patio escolar

Por: Marcial Huneeus

En la Conferencia Schoolyard Diverstity, Berlín 2017, organizada por la International School Grounds Alliance (ISGA), se presentaron diversas ponencias donde se expuso la forma en que se está trabajando para propiciar el movimiento de los niños y los beneficios del riesgo en el desarrollo del cuerpo y la autonomía. Lois Brink expuso sobre la diversidad en los patios escolares. Ella es profesora de la Universidad de Colorado, en Denver, EE.UU. y ha desarrollado su trabajo en el diseño y la construcción de ambientes que promuevan la diversidad de usos y la vida saludable; en empoderar a las comunidades educativas y a los niños; y en la investigación de estos temas.

En su ponencia, Brink planteó que la noción de paisaje escolar con que trabaja considera tres ejes: la comunidad, el espacio y la cultura. En la comunidad se considera a los niños, profesores y padres. En el espacio se promueve la cercanía con la naturaleza, a través de abundantes áreas verdes y el contacto directo con los elementos. Y en la cultura se promueve la confianza en los niños, el respeto por sus puntos de vista y la libertad para realizar diversas acciones según sus inquietudes y edades.

Esta forma de entender el paisaje escolar y su relación con la educación no siempre fue así, es una construcción actual que se ha venido elaborando en las últimas décadas. Esta visión se ha ido construyendo a través de un trabajo práctico, mediante una metodología donde paisajistas y educadores tienen la responsabilidad de discutir juntos el diseño del patio y los énfasis que permitan más tipos de juegos, una diversidad de aprendizajes, el riesgo beneficioso y el desarrollo de la autonomía. Mediante esta colaboración se busca crear espacios naturales, que forman al niño y les brindan herramientas para su futuro.

Señala que la relación entre arquitectos del paisaje, educadores y la comunidad es clave para el desarrollo de un buen proyecto, dado que los patios escolares no son una obra terminada, sino que funcionan a través del constante uso de niños y docentes. El diseño de los patios se basa en la ocupación. La participación entrega ideas e involucra a las comunidades. Brink destaca la importancia de los procesos inclusivos para el sentido de identidad, el compromiso de la comunidad y el empoderamiento de los niños. Esta metodología para desarrollar los proyectos contribuye a la diversidad.

Brink plantea que el patio escolar es parte de la vida diaria de los niños y lo que ahí ocurre afecta a todo el sistema escolar, siendo un factor que incide en los diversos aprendizajes. Un patio escolar saludable y sustentable contribuye a estos aprendizajes.