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Beneficios del juego

Por: Marcial Huneeus

Los niños realizan diversos tipos de juegos e interacciones sociales, a través de las cuales desarrollan diferentes capacidades físicas, cognitivas y socioemocionales. En el contacto con otro se aprende a socializar y se descubren los intereses. Para el aprendizaje el juego es fundamental, dado que los niños se involucran rápidamente y se valida el error como forma de aprendizaje. A través del juego libre los niños toman decisiones,  exploran y ponen a prueba sus destrezas, desarrollando habilidades que no pueden ser enseñadas desde el adulto.

Un recién nacido tiene por delante la larga tarea de aprender nuestra cultura, las formas en que nos relacionamos, las características de nuestra comunidad, los saberes y capacidades físicas para desenvolverse en ella. Desde la primera infancia, los niños se involucran mediante el juego. La sonrisa de la madre estimula al recién nacido, lo mismo sus movimientos y los diversos estímulos que recibe, como olores y texturas. Emmi Pikler plantea la necesidad de que los niños aprendan a través de movimientos libres: “Sus juegos son más variados porque, a partir de posturas escogidas por él y que domina, puede buscar por sí mismo los juguetes; además al hallarse en un equilibrio estable, puede utilizarlos mejor.” (10). Desde temprana edad los niños requieren un entorno que estimule su autonomía, de modo que puedan ir desarrollando sus capacidades.

El juego es una invitación a explorar, enfrentar desafíos, formar amistades, desarrollar habilidades socioemocionales y tomar decisiones. El espacio físico puede abrir posibilidades para el juego y la interacción entre pares o limitarlos. Mientras más alternativas le demos a los niños, más instancias tendrán para desarrollar por sí mismos sus capacidades. Un niño que se ve enfrentado a inventar sus juegos desarrolla su imaginación y creatividad, aprendiendo desde pequeño a disfrutar su tiempo. Esto cobra especial relevancia en una época en que a las personas nos cuesta entretenernos solos y la sensación de aburrimiento es rápidamente llenada a través de las diferentes alternativas que nos ofrece la llamada industria del entretenimiento. En otras palabras, el juego también nos plantea una pregunta en torno a qué queremos hacer con nuestro tiempo.

La importancia del movimiento libre ha sido muy estudiada y promovida para el sano desarrollo: «El juego, en sus múltiples facetas, desempeña un papel fundamental en todas las etapas de la vida y especialmente en el desarrollo físico, social, emocional e intelectual infantil. La importancia del juego se ha reconocido en todas las culturas; se ha estudiado y validado ampliamente en las ciencias humanas y ha quedado demostrada en la práctica en escuelas progresistas de todo el mundo» (Ken Robinson). El juego es clave para que los niños adquieran sus capacidades físicas y motoras. Los niños necesitan un entorno estimulante, que los desafíe físicamente y les permita formar caminos neuronales, hacer conexiones que en el futuro les brindarán flexibilidad y capacidad de adaptación. La alegría y el placer del juego contribuye a la conformación de la autoestima del niño. Además, muchas de las amistades que se forman en la etapa escolar son las que nos acompañarán el resto de la vida.

Bibliografía:  

  • Pikler, Emmi. Moverse en libertad, Desarrollo de la motricidad global. Madrid, Nacera: 2000.
  • Robinson, Ken. Escuelas creativas: la revolución que está transformando la educación. Barcelona, Grijalbo: 2015.